19 JUL (MEX) .- Ana Jurka se va a Tokio para cubrir las Olimpiadas 2020 para Telemundo en Estados Unidos. A diferencia de otros años, esta vez la presentadora no irá acompañada de sus hijos, pero sí se mantendrá en contacto con ellos durante las tres semanas que permanecerá en el país nipón.

«Cuando estoy más de dos, tres días (fuera), les mando como un videito diario, como ‘¡eh, hoy hice tal cosa!’, como mi reporte diario, diciéndoles alguna cosa, contándoles algún cuento, una cosa así».

Este año, Ana tendrá todo el tiempo para concentrarse en la cobertura, nada que ver con lo que fue la última vez.

«Ya ahorita voy libre, ya tiene dos años, ya puedo irme tranquila y tratar de concentrarme solo en el trabajo y no tener que salir corriendo a darle de comer y todo eso. Cada medio tiempo de partidos en Francia, me acuerdo yendo a buscarlo si lo tenía cerca o ponerme aquellos aparatos para sacarme la leche y me decían ‘¡Ana, ya vamos!’.

«¡Horrible!, pero bueno, lo que tiene que hacer uno, de mamá y mujer», dice la periodista hondureña.

¿Por quién apuestas estas Olimpiadas, quiénes son tus favoritos?
Colombia, Mariana Pajón en vía mes, ella ganó ya la medalla de oro en Londres, la ganó también en Río (de Janeiro). También me encanta una boricua que se llama Jasmine Camacho Quinn, ella es de atletismo; también está Mijain López, de Cuba, de lucha greco romana, Luguelín Santos, de República Dominicana.

¿Y de Honduras?
¡Ay, me encantaría decirte! La verdad es que Honduras sí tiene representación, pero nuestra gran apuesta son los futbolistas, por lo menos yo tengo mucha fe de que puedan lograr su primer podio.

Y el más guapo, ¿para ti quien es el más guapo de estos juegos?
Nathan Adrian, el de natación del team USA, es ¡súper guapísimo!

¿Con qué historia humana te quedas?
Hay muchas historias que sí me han conmovido muchísimo, pero en los últimos días me pegó como más:

«Cuando estaba platicando con un chavo que se llama Daniel Torres; él va a representar a Estados Unidos, pero él en realidad es cubano, nació en Cuba, creció en Hialeah, cerca de Miami, y estábamos platicando si esto que está ocurriendo les pone como una presión y él me decía que todo lo contrario, o sea, más bien los motiva a decir ‘miren lo que podemos hacer si fuéramos libres’».

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