Paulina Rubio graba un comercial para una marca de celulares en el Centro HIstórico de la Ciudad de México, acompañada como siempre de su ahora esposo "Colate". La presencia de la Chica Dorada causó revuelo entre los medios y curiosos del lugar. Después de grabar el comercial, almorzó en un restaurante cercano en compañía de su mamá, Susana Dosamantes, su esposo Colate y ejecutivos de su compañía discográfica/México, 6 de junio 2007.