27 MAY (MEX) .- A diez años de haberse convertido en madre, Galilea Montijo confiesa que pasó por una etapa bastante común en las mujeres después de dar a luz: depresión postparto; sin embargo, afirma que, para ella, su caso sobrepasó todos los límites.

La conductora les platicó a sus compañeras de «Netas Divinas» que, si bien la llegada de Mateo era una ilusión, se llenó de miedos al experimentar la maternidad, en especial al no poder amamantarlo como ella lo tenía planeado.

«Yo no pude darle pecho a mi hijo y eso me costó muchísimo trabajo emocionalmente porque yo ansiaba tener ese vínculo y, cuando llegué a la casa con él no sabía qué hacer. Empecé a ver la vida en blanco y negro y llegó un momento en el que sentía que todos los edificios que me rodeaban me iban a caer encima», dijo Gali. 

Para finalizar, la presentadora señaló que acudió con el médico para darle solución a su problema lo más rápido que se pudiera y él le mandó unas pastillas que desde el primer momento le hicieron efecto y pudo disfrutar plenamente el inicio de su maternidad. 

Fiera Lasa/Mezcalent.com 

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