24 MAR (MEX) .- Luego de que el año pasado atravesara por un grave problema de salud que provocó que perdiera una de sus piernas, Juan Pablo Medina finalmente ha decidido hablar de lo ocurrido y compartir cómo ha sido el proceso de adaptación a su nueva vida y lo que siente ahora que ya puede hacer cada vez más cosas.
En entrevista para la revista GQ, el actor narró paso a paso cómo fue que comenzó a experimentar malestares, el traslado al hospital, el diagnóstico y el tratamiento hasta que tuvo que tomar la fuerte decisión de deshacerse de su miembro inferior para poder salir con vida.
«Lo que recuerdo es que me encontraba en llamado, grabando en un hotel, y de repente me empecé a sentir mal del estómago. Llamé al médico de la producción porque sí me encontraba mal, pero sentía la presión de no dejar parada la filmación por respeto al resto del equipo. Ya en el hospital me hicieron una tomografía con contraste y vieron que tenía coágulos en el intestino y en las piernas. Por fin encontraron el diagnóstico definitivo: había sufrido un infarto silencioso. Para poderme operar el intestino y las piernas me tuvieron que dormir. Cuando desperté, me vi todo hinchado, todo fue muy traumático», platicó Juan Pablo.
«Yo estaba furioso por lo que me estaba pasando. Me ofrecían salvarme la vida, pero la solución era la amputación y, cuanto más tiempo pasara, las cosas se tornarían más y más complicadas, por lo que había llegado el momento de tomar una decisión. Yo aposté por vivir, reuní a mi familia y les transmití que lo aceptaba. Todos me apoyaron, no había otra opción, no había vuelta atrás», añadió.
Para finalizar, el histrión comentó que tuvo la fortuna de encontrarse con una de las mejores compañías para la fabricación de su prótesis y reveló que desde que salió del hospital tomó la decisión de acudir a terapia psicológica para entender por lo que estaba pasando y ayudarse a sanar anímicamente.
Fiera Lasa/Mezcalent.com
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